Para empezar, propongo hacer un primer ejercicio de etimología. Podemos dividir la palabra «diversidad» en tres partes. Con el prefijo di- se hace referencia a una separación, a que hay algo que diverge en un conjunto. Con la raíz vertere, procedente del latín, se alude a verter, girar, cambiar de sentido o dar vueltas. Por último, con el sufijo -dad damos a entender que nos referimos a una cualidad. Con todo, la palabra diversidad se refiere a lo que gira en dirección opuesta, a la cualidad de lo que, por sí mismo, es diferente y se define por la variedad. Al mismo tiempo, lo diverso alude a la idea de separación, así como de desviación de lo habitual, de lo que es normal o está normalizado (de ahí también su relación con el término divertir).
Al estar presente en la sociedad en su conjunto, es inevitable que quede reflejada en mayor o menor medida en nuestras aulas. La cuestión es que sin entender ni gestionar la diversidad no es posible llegar a configurar una educación inclusiva definida por la igualdad de oportunidades.
Diversidad hay de muchos tipos
Hablamos de diversidad social, en la medida en que nuestros alumnos/as provienen de distintas clases sociales, en sentido amplio; diversidad religiosa, étnica, cultural y lingüística, puesto que llevan consigo diferentes formas de ver, de pensar e interpretar el mundo, distintas culturas, además de distintas lenguas; diversidad sexual y de género, que no sólo se refiere a lo biológico (hay niños y niñas), sino también a las identidades de género, que también dan forma a distintas representaciones del mundo, intereses, expectativas, motivaciones… elementos que por sí mismos generan mayor diversidad en nuestro alumnado; diversidad funcional, que resulta fundamental; diversidad en tanto que diferencias físicas, de capacidades y dificultades, del aprendizaje, del desarrollo, para las cuales hay herramientas que permiten la detección temprana.
En la medida en que seamos capaces de gestionar la diversidad, con las herramientas necesarias, y potenciar un currículum –un currículum transcultural– que la reconozca y que sepa conectar con los intereses de los alumnos/as, seremos capaces de avanzar hacia la educación inclusiva y la igualdad de oportunidades.
Decir que todos los alumnos/as son iguales va en detrimento de los propios niños/as.
Es necesario apostar por un currículum transcultural
Es lo que ocurre con el currículum tradicional, que presume que todos son iguales o al menos que todos deberían serlo: todos deben aprender y estudiar lo mismo, de la misma manera y al mismo ritmo, ignorando al mismo tiempo la diversidad inherente a la realidad del aula y de la sociedad de la cual ésta se nutre.
Sabemos que es necesario apostar por un currículum transcultural. El mundo, la realidad social, se define por la diversidad y la escuela está llamada a preparar a las nuevas generaciones para asumirla con naturalidad, además de hacer que los niños/as se reconozcan como diferentes entre sí en un plano de igualdad. La pregunta es, ¿es posible? La respuesta a esta pregunta sólo puede ser una: depende de nosotros, de la acción coordinada, colaborativa y participativa entre el profesorado, las familias y también, y sobre todo, el alumnado. Al fin y al cabo, ellos/as son los protagonistas de su propio aprendizaje.
Existen herramientas, como dide, capaces de gestionar la diversidad facilitando al orientador educativo y al profesorado la recogida de la información procedente del entorno de niño para identificar de manera precoz sus necesidades educativas y sus dificultades del aprendizaje y desarrollo y así poder atender tempranamente a la diversidad.
Las familias también pueden conocer las necesidades educativas de sus hijos y saber si precisan ayuda profesional. Al mismo tiempo podrán poner en práctica unas pautas sencillas en función del resultado del estudio dide.
2 respuestas
Buenos días, me gustaría saber más sobre cómo atender la diversidad en el aula. Gracias
Buenos días, Yolanda. Muchas gracias por tu interés. Sin duda, el primer paso para atender a la diversidad en el aula es CONOCER las necesidades y particularidades de cada uno de nuestros alumnos. Si los docentes y orientadores no conocen al alumnado, difícilmente podrán potenciar su aprendizaje y mucho menos atender a la diversidad. Dide es una herramienta para vosotros, los profesionales de la educación (también para las familias), en definitiva, es para todo aquel que quiera SABER qué necesidades educativas tiene el niño/a y a partir de esa información HACER, potenciar, intervenir y prevenir.
En este enlace encontrarás información más detallada sobre dide y podrás solicitar una entrevista sin compromiso para una presentación online: https://www.edelvives.com/es/info/dide-educacion