En este artículo hablaremos sobre el acoso escolar, tan tristemente recurrente en TODOS los centros escolares y algunas pautas que ayudan a que esas dificultades mejoren o desaparezcan del repertorio conductual del menor.
El Bullying, se puede dar en niños y niñas de distintas edades desde los primeros cursos de primaria. Este indicador refleja el acoso y maltrato psicológico, emocional o físico que sufre un menor a manos de sus compañeros de clase o entorno escolar. Cuando se obtiene una elevada puntuación en el estudio díde, (test basado en la observación de las personas que rodean al niño), suele responder a una situación de acoso escolar en el que la víctima se avergüenza y culpabiliza, por lo que no suelen buscar ayuda ni hablar con la familia de lo que sucede.
Algunas pautas útiles para que los familiares puedan ayudar a sus hijos si están sufriendo acoso escolar o bullying:
- Es muy importante que observéis para detectar señales de alarma: si tiene lesiones, cambios bruscos de personalidad, prendas o pertenencias rotas, no quiere salir con los amigos, muestra dolores físicos y pocas ganas de acudir al centro escolar…
- Escuchar sin presionar ni juzgar.
- Hablad con él/ella, es importante que os intereséis y le preguntéis sobre sus relaciones y amistades, observad sus reacciones.
- Apuntar al niño a algún deporte de equipo en el que pueda sentirse apoyado.
- Solicitar el apoyo de amigos y otros familiares.
- Buscar ayuda profesional.
El 21% de los padres está preocupado por si sus hijos son víctima del ciberbullying
según una encuesta realizada en el blog Hijosdigitales.es de la empresa S2 Grupo.
Otro de los indicadores que influyen en el bienestar del niño y que siempre suele aparecer junto al bullying son las situaciones de ciber-acoso o ciberbullying. Este indicador refleja el acoso y maltrato psicológico o emocional que sufre un menor a manos de compañeros de clase, amigos o conocidos a través de las redes sociales.
En caso de que un joven sea ‘ciberatacado’, se recomienda no responder a las provocaciones para no incrementar la tensión y guardar las pruebas siempre que se pueda por si fuera necesario denunciar ante la Guardia Civil; además, se tiene que informar al centro escolar; y la lucha contra el ciberbullying debe hacerse en grupo.
«Es clave que el acosado se vea arropado tanto por su familia como por los profesores y su grupo de amigos«
, afirman expertos en ciberseguridad de la compañía.
Algunas pautas útiles para orientar a los familiares de los niños/as que están sufriendo ciberbullying o ciberacoso
Además de tener en cuenta las anteriores, es recomendable:
- Establecer una relación basada en la escucha, comunicación y confianza con vuestro hijo/a.
- Informarse acerca de los riesgos de Internet para poder prevenir y educarle adaptándoos al S XXI.
- No estáis solos. Hay muchos recursos y profesionales que pueden respaldaros y ser de gran ayuda, buscad apoyos.
- No permitir que se conecten, chateen a partir de ciertas horas por ejemplo las 20:00 h.
- Es importante que los dispositivos electrónicos estén en un área común de la casa y que los padres tengáis acceso a las cuentas de las redes sociales de vuestros hijos.
Estas prácticas son positivas para llevar a cabo con cualquier menor, hayamos confirmado o no un problema de acoso. No obstante, es importante prevenir este tipo de situaciones tanto en las víctimas como en los acosadores, por lo que se recomienda siempre a los padres y familiares que:
- Enseñar a los niños/as y adolescentes a gestionar y controlar las emociones.
- Identificar los propios errores y a disculparse.
- Establecer límites a su conducta adaptados a su edad y a sus circunstancias que deben respetar.
- Es importante que conozcáis sus relaciones sociales y los ambientes por los que se mueve.
- Transmitir valores fundamentales como la solidaridad, humildad, responsabilidad…
- Evitar comportamientos agresivos (insultos, amenazas, desprecios…) en su presencia, ya que sois su modelo a seguir.
La plataforma on-line díde famila detecta posibles dificultades que están interfiriendo en el bienestar del niño/a, y orienta a través de pautas y recomendaciones a los padres y familiares de niños en edades comprendidas entre los 2 y los 18 años.