Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) se caracterizan por la alteración constante en la alimentación y en el comportamiento respecto a la misma. Generan desórdenes en el consumo de los alimentos, llegando en muchos casos a un deterioro significativo en la salud física y emocional de las personas que los padecen. Son trastornos relacionados con la autopercepción y la distorsión de la imagen corporal, mostrando una preocupación excesiva por el peso y la figura.
Aunque cuando se piensa en trastornos alimentarios hay una tendencia a focalizarse en mujeres, jóvenes, los trastornos de la alimentación pueden afectar a personas de cualquier edad, origen racial y étnico, peso corporal y género. Las personas con trastornos de la alimentación pueden tener un bajo peso corporal, un peso normal o sobrepeso. Sólo por su apariencia no se puede hablar de TCA.
La incidencia de los trastornos alimentarios en niños y adolescentes está aumentando en todo el mundo. En España, se estima que la prevalencia de la anorexia nerviosa es del 0,19%, la de la bulimia nerviosa del 0,57% y la del trastorno por atracón del 1,2%. En total, se estima que entre el 1,2% y el 5,7% de los niños y adolescentes españoles sufren algún tipo de trastorno alimentario. A nivel internacional, la prevalencia también es elevada. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la anorexia nerviosa afecta al 0,3% de las mujeres y al 0,01% de los hombres en todo el mundo. La bulimia nerviosa afecta al 0,5% de las mujeres y al 0,1% de los hombres. Y el trastorno por atracón afecta al 1,5% de las mujeres y al 0,3% de los hombres.
Síntomas a los que prestar atención
Los síntomas de los trastornos alimentarios pueden variar según el tipo de trastorno. Sin embargo, hay algunas señales que pueden ayudar a padres y madres a identificar estos problemas.
- Cambios en el comportamiento alimentario: pérdida o aumento de peso repentino, restricción de la ingesta de alimentos, atracones, purgas (vómitos, uso de laxantes o diuréticos, ejercicio excesivo).
- Cambios en la imagen corporal: preocupación excesiva por el peso y la figura, distorsiones de la imagen corporal, autocrítica.
- Cambios en el estado de ánimo: cambios de humor, irritabilidad, ansiedad, depresión.
- Cambios en el comportamiento: aislamiento social, pérdida de interés por las actividades habituales, problemas de concentración.
La prevención es relevante para enfrentar el problema
IMAGEN CORPORAL POSITIVA
Los niños y adolescentes que tienen una imagen corporal positiva son menos propensos a desarrollar trastornos alimentarios. Los padres y madres pueden ayudar a promover una imagen corporal positiva en sus hijos hablando con ellos sobre la importancia de aceptarse a sí mismo en todos los aspectos, sin importar la imagen, el peso o la talla.
Otras claves a tener en cuenta para promover una imagen corporal positiva son:
- Hablar con sus hijos sobre la diversidad de formas y tamaños corporales.
- Enfatizar las cualidades positivas de sus hijos, más allá de su apariencia física.
- Evitar hacer comentarios negativos sobre su propio cuerpo o el de los demás.
HÁBITOS ALIMENTICIOS SALUDABLES
Los niños y adolescentes que tienen hábitos alimenticios saludables son menos propensos a desarrollar trastornos alimentarios. Las familias pueden ayudar a enseñar hábitos alimenticios saludables a sus hijos fomentando el consumo de alimentos variados y nutritivos, y evitando la restricción alimentaria.
Otras claves para promover hábitos saludables:
- Ofrecer a sus hijos una variedad de alimentos saludables en casa.
- No obligar a sus hijos a comer alimentos que no les gustan.
- Evitar hacer comentarios negativos sobre la comida o la alimentación.
CREAR UN AMBIENTE FAMILIAR SALUDABLE
Los niños que crecen en un ambiente familiar saludable son menos propensos a desarrollar trastornos alimentarios. Los padres y madres pueden ayudar a crear un ambiente familiar saludable proporcionando a sus hijos un entorno de apoyo y aceptación.
Algunos elementos a tener en cuenta para crear un ambiente familiar saludable son:
- Expresar amor y apoyo a sus hijos.
- Evitar la crítica y el rechazo.
- Crear un ambiente familiar positivo y acogedor.
Si usted es padre o madre y está preocupado por la salud de su hijo, no dude en pedir ayuda. Hay muchos recursos disponibles para apoyar a los niños y adolescentes que sufren trastornos alimentarios. Te invitamos a escuchar a nuestra Doctora en Psicología, Nuria Ros, en La Tarde con Marina para ampliar estas pautas y recomendaciones. En Dide.org somos expertos en detectar potencialidades y dificultades educativas, emocionales y comportamentales de forma temprana para poder intervenir. Puedes acceder a la herramienta de diagnóstico en este enlace.